El desarrollo disruptivo del campo tecnológico, logró una evolución en menos de 2 años de casi un 80% en desarrollo tecnológico como automatizaciòn, en inteligencia artificial y aprendizaje automatizado denominado machine learning, asistentes virtuales y procesamiento de lenguaje natural; dando lugar a una nueva aplicabilidad de las decisiones judiciales, y a un surgimiento acelerado de propuestas tecnológicas que resuelven problemas en el ámbito del desempeño del derecho que aún no son denominadas como unicornios pero que cuentan con todo para serlo; esto nos condujo como profesionales del derecho a abordar procesos de aprendizaje bajo el temor y la angustia, a pensar que nuestro trabajo será desplazado por la inteligencia artificial, lo que da lugar a que grandes compañías del legaltech inicien un proceso de transformación de procesos de ejercicio diario del derecho, pero esto no significa un desplazamiento del jurista, por el contrario son herramientas tech que mejoran la productividad laboral.
Es por esto por lo que ante la presencia de la ingeniería de Software Jordan (2017) afirma que “su contribución interdisciplinar busca cualificar los procesos y procedimientos para democratizar el acceso y uso de la información, que brinda una transparencia en la administración de justicia”.
Siendo este un insumo en el arquetipo tecnológico de las soluciones judiciales, de este modo, para el 2023 surge el uso de herramientas de inteligencia artificial como OpenAI, denominada comercialmente como ChatGPT, con un tiempo de aprendizaje de 2 años.
No muy alejado de esta evolución tecnológica en el ámbito legal, los funcionarios de la rama judicial Colombiana, comenzaron a hacer uso de la misma, como fue el caso del Juez 10 del circuito de Cartagena Bolívar, que ante una acción de tutela usó la herramienta para dar fundamento adicional en el caso concreto, sin profundizar sobre las respuestas dadas por la IA, fue la apertura a centenares de debates a favor y en contra de la misma, lo que sin lugar a dudas generó amores y odios por la implementación de la misma en la justicia colombiana.
Es así cómo podemos afirmar que el uso de la IA está demostrando que las tecnologías emergentes llegaron para quedarse, que se constituyen un apoyo en la sustanciación de los jueces, siendo esta una manera de apoyar y no reemplazar la autonomía judicial.
Dentro de la inmersión tecnológica los despachos judiciales se comienza a plantear el uso de herramientas tecnológicas que bajo el principio de celeridad procesal ayuden a efectuar trámites de sustanciación teniendo en cuenta las líneas jurisprudenciales existentes, polémica o no, este osado uso en una decisión judicial causó en el gremio de abogados, litigantes y servidores de la rama judicial, sentimientos encontrados, posturas de diatriba, pero lo que sin lugar a dudas no podemos dejar de observar, es que fue una decisión que desde hace un tiempo se viene gestando por la rama judicial y tarde o temprano será un recurso interesante para apoyo judicial.
De otro lado en lo Contencioso Administrativo se presentó otra inmersión tecnológica que generó polémica nacional e internacional, dada en el despacho 1° del Tribunal Administrativo del Magdalena la Magistrada María Victoria Quiñones Triana, desde su canal de youtube @Vickyenlinea y su página web impulsa a los jueces y magistrados a implementar las herramientas tecnológicas en sus despachos, haciendo uso de audiencias virtuales, metaverso, expedientes digitalizados, audiencias públicas en vivo, estantería virtual, entre otros.
En ese mismo sentido en el panorama nacional, la inteligencia artificial también es usada por la Corte Constitucional con Pretoria, que selecciona los fallos judiciales de estudio en sede de revisión En Argentina con Prometea, Brasil con Victor, México con Expertus, son algunos de los casos de éxito donde la Inteligencia artificial llegó para mejorar la administración de justicia desde varios campos.
Pero, contrario a lo anterior, la Corte Constitucional, afirma que la Justicia mantendrá la virtualidad, por el contrario la Corte Suprema de justicia ratifica que la excepción corresponde en las audiencias en la la Justicia Penal que con excepcion de la audiencia de juicio oral en los procesos penales.
Sin lugar a dudas el derecho digital sufrió una transformación disruptiva que no tiene reverso, por el contrario, llegó para quedarse en cabeza de cada servidor de rama judicial como de los abogados está la opción de cualificarse técnica y tecnológicamente para la automatización de procesos que no desplazará al abogado, sino que por el contrario le permitirá concentrarse en temas de gran trabajo intelectual que requiere del conocimiento especializado.
Referencias
Flores J, Luna D., Monroy R., Rincón E, Suarez J., Varela D., (2017) Justicia y TIC, Legis.